¡Aleluya! ¡Ha resucitado el Señor!
En la alegría de Cristo Resucitado, nos reunimos como familia, para alabar al Señor y agradecer el sacrificio de amor que hizo por nosotros, escuchando con atención el mensaje que nos entregó a través de su Palabra.
Los delegados de pastoral de cada curso, pasaron en primer lugar a romper el corazón de piedra (gris), que reconocieron tener en la Celebración de Miércoles de Ceniza y lo lanzaron al basurero de la CONVERSIÓN, luego cada representante sacó un corazón de carne (rojo) del pozo de la ESPERANZA, con los dones que Dios nos regala y que con gusto recibimos para enriquecer nuestro espíritu y nuestra vida. Finalmente, cada presidente de curso, ubicó una flor en la cruz, como signo del paso de la muerte a la vida.
Como Departamento de Pastoral, agradecemos sinceramente toda la colaboración del cuerpo docente y asistentes de la educación, desde el Miércoles de Ceniza hasta la Celebración de Resurrección. Muchas gracias a nuestros apoderados por su generosidad en la campaña de alimentos y Cuaresma.