Queridas niñas, niños y jóvenes de nuestro Colegio Providencia de los Sagrados Corazones de La Serena:
Hoy queremos compartir con ustedes queridos estudiantes este día especial, que el calendario del Ministerio define simplemente como el día del Alumno. Para nosotros (as), miembros de la Comunidad Educativa de los Sagrados Corazones de La Serena, este día significa renovar nuestro compromiso de ofrecer lo mejor de cada uno para brindarles una educación que tiene a la Persona de Jesucristo como centro y al Evangelio como Palabra de vida nueva y eterna.
Les recuerdo que la ternura que Jesús derramaba con los niños es la imagen de toda misión educadora. En efecto, Jesús es el modelo de los maestros y maestras, porque en ellos resuena la hermosa palabra del Divino Maestro: “Dejen que los niños vengan a mí y no se los impidan”.
Esa actitud de acogedora ternura es la que debe orientar toda acción verdaderamente educativa. ¿Puede haber algo más encantador que esta acogida y atención al niño y al joven de parte de Jesús? Cada educador y educadora, imitadores del Divino Maestro, tiene aquí una lección práctica de cómo educar y enseñar cada día. Y ustedes queridos estudiantes, están llamados también a descubrir la ternura de Jesús, no solo en sus profesores sino también en sus compañeros y compañeras, en sus padres y en toda persona.
El amor verdadero siempre es expansivo como la piedrecita lanzada al agua que forma círculos que se expanden desde el centro hacia las orillas. Nunca el amor se encierra. El amor verdadero se abre a la inmensidad.
Un saludo especial a nuestros jóvenes de cuarto medio y a los que recién este año se han integrado a nuestra familia Providencia.
A todos y a cada uno les decimos con cariño, ¡feliz día del Estudiante!