Este grupo nace en el año 1998, cuando Punitaqui, ciudad de nuestra región, sufre un destructivo terremoto. Allí, una religiosa de la Congregación Hermanas de la Providencia, Madre Marta Alvear Araya sp., inspirada en el carisma providente de Madre Bernarda, entusiasma a un grupo de apoderadas, profesoras y voluntarias, para ir en ayuda de la tragedia ajena.
Desde entonces este grupo mantiene su espíritu de ayuda al necesitado acompañando jardines infantiles, centros de madres, hogares de ancianos, obras solidarias de la comunidad educativa y personas individuales que necesitan apoyo. Procuramos seguir los pasos de la gran fundadora.