Hemos llegado al término de un intenso año escolar, marcado por el inicio del retiro de la pandemia y por el reinicio de las clases presenciales. En este nuevo escenario, nuestros niños, niñas y jóvenes, lograron disfrutar de unos provechosos meses para reencontrarse y poder cerrar una etapa escolar bajo la generosa mano de Dios, siempre providente, recibiendo el cariño y el reconocimiento de toda su comunidad educativa.
Las huellas que dejamos al caminar marcan el sendero por el que no se volverá a transitar y es en este tiempo de finalización del año escolar 2022 en que revisamos nuestro camino marcado por experiencias de aprendizajes diversas, significativas y de altas expectativas, que les posibilitan día a día a nuestros estudiantes trabajar la autonomía, siendo capaces de descubrir sus capacidades y desarrollar las habilidades requeridas para el siglo XXI aportando su capital humano y un desarrollo cognitivo de excelencia en distintos contextos.
Conscientes de que estamos a 169 años de la llegada de un grupo de Hermanas, cuya voluntad estaba abandonada a la Providencia, hoy podemos reflexionar, que ante una sociedad muy diferente, nos hace mirar nuestra historia con humildad y deseos de aprender de quienes nos precedieron, gracias a Madre Bernarda y sus compañeras, que con su espiritualidad y carisma sembraron en Chile, el sello característico de nuestra congregación Hermanas de la Providencia que nos muestra una senda que nos invita a intencionar y desarrollar nuestro quehacer diario considerando a la persona como eje central de nuestro accionar y de esta manera aprender a convivir de manera respetuosa, solidaria y comprometida con espacios de entendimientos en un entorno fraterno y colaborador con cada una de las personas de la comunidad.
El compromiso con la tradición y enseñanzas basadas en los valores institucionales de: humildad , simplicidad y caridad, esta última entendida como amor y manifestado en todas sus formas ya desde la fundadora de nuestra congregación Madre Emilia Gamelin , coloca la base de lo cotidiano como colegio de iglesia, contribuyendo a la formación de las niñas, niños y jóvenes e impartiendo una educación de calidad que ayude a sus estudiantes y a toda la comunidad educativa a ser personas libres, creativas, dueños de sí mismos, con actitud armónica y pacífica, aportando a la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
El retorno presencial a nuestras aulas este año 2022 posibilitó retomar nuestro desarrollo pedagógico dando un énfasis especial a las habilidades socio emocionales, entregando contención en diversos aspectos, basado en la escucha activa, sistemática y mediadora entre todos los agentes involucrados en el proceso de enseñanza aprendizaje, pudiendo de esta forma resignificar nuestra labor educativa, involucrando a nuestros Padres y Apoderados y siempre teniendo como centro de cada labor y fundamento a Jesús y a nuestra Madre María de Dolores quienes entregan ejemplo y testimonio a seguir.
En este sentido estamos llamados a convivir en un ambiente fraterno y de agradecimiento a nuestro Dios Padre Providente, por todas las experiencias vividas que contribuyen a formarnos como personas en un sentido integral, considerando valores y actitudes propias de la vida en comunidad.
El llamado es a continuar caminando juntos para el próximo año 2023, como una misma familia Sagrados Corazones y siempre unidos en la espiritualidad Providencia.
Saludos Cordiales.
Sra. Carmen Gloria Michea Cortés.
Directora del Colegio Sagrados Corazones de La Serena